Una mirada más allá de lo estético
Al igual que la música, la iluminación crea estímulos sensoriales que modifican el estado de ánimo y la energía de los espacios. Una buena iluminación contribuye en gran medida a la sensación de bienestar, ya que genera confort, aumenta la productividad y está directamente relacionada con la salud.
Hablamos con Juan Carlos González, director comercial de Fokuss y especialista en iluminación, acerca de los beneficios que aporta la luz y su relación directa con el bienestar del ser humano.

Se habla mucho de iluminación de calidad. ¿A qué se refieren con esto?
JC: La calidad no se trata solo de iluminar el espacio o generar la cantidad correcta de luz. También se debe tener en cuenta la temperatura de color (cálido, neutro, frío); el cual se elige de manera premeditada según las actividades que se vayan a realizar en el espacio. Por ejemplo, se usa luz cálida o relajante en las mañanas y noches en el hogar para descansar y relajarse, y luz fría y energizante durante la jornada de trabajo, para activar el cuerpo y la mente.
¿Cuáles son los principales beneficios de iluminar adecuadamente los espacios?
Desde la dimensión estética, la iluminación permite resaltar detalles arquitectónicos y decorativos o mejorar la calidad de los colores y materiales. Por su parte, las lámparas aportan estilo y sofisticación a los espacios y son elementos clave en el diseño de interiores.
En términos de salud, hay factores como la elección de los bombillos que durante los últimos años han cobrado mayor relevancia, después de que en 2012 se prohibieron los bombillos incandescentes por su contenido de azufre y su emisión de rayos UV. En su reemplazo, llega la tecnología Led, ofreciendo bombillos ahorradores y con diseños tipo vintage.
¿Qué efectos puede generar una iluminación inadecuada de un espacio?
JC: La luz afecta de forma directa la salud de las personas. Por ejemplo, una iluminación inadecuada puede provocar fatiga y dolores de cabeza, afectando el rendimiento y la productividad en los espacios de trabajo o de estudio. También puede generar alteraciones de sueño, aumentando el estado de alerta del cuerpo y provocando insomnio. Algunos estudios mencionan que la alta exposición a la luz aumenta la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y la producción de cortisol, incrementando los niveles de estrés.
¿Qué recomendaciones le darías a las personas que desean iluminar algún espacio?
Lo primero que le preguntamos a nuestros clientes cuando nos visitan es ¿qué espacio desean iluminar y qué actividades realizan en el? Esto determinará el tipo de luz (general, ambiental o focalizada) y la intensidad y color de la misma. También es importante tener en cuenta el estilo de decoración, ya que hay lámparas que van mejor con estilos industriales, Mid Century o clásicos por ejemplo; u otras más versátiles que se adaptan a cualquier tipo de decoración.
Finalmente, los invitaría a que nos contacten y agenden una asesoría personalizada con nuestro equipo. ¡Los esperamos!